Meditación: expectativas, anhelos, aburrimiento.


Nota cualquier sentimiento sutil de expectativa… una expectativa de que algo se dirá que por fin nos dará la respuesta a aquello que anhelamos.

Cualquier cosa que pudiéramos esperar sería un tipo de experiencia objetiva… y toda experiencia objetiva, por definición, va y viene. 

Así que cualquier cosa que podamos esperar, ganar o recibir, la perderemos en algún momento. 

En otras palabras, si esperamos que la iluminación ocurra en algún momento en el futuro, esta expectativa alimentará nuestra creencia y sentimiento de que la felicidad o la iluminación son dependientes de la experiencia objetiva. Ve que esa expectativa es, por definición, fallida.

Estamos todos aquí, precisamente, porque la experiencia objetiva no nos ha proporcionado la felicidad, la paz, la iluminación que hemos esperado toda nuestra vida.

Venir aquí y esperar recibir otra experiencia maravillosa es simplemente perpetuar ese deseo inútil.

El deseo de paz, felicidad, iluminación, nunca puede ser colmado a través de la experiencia objetiva. Ten la valentía y la claridad de enfrentarte a este hecho.

Si estamos esperando o deseando algo que no está presente ahora, estamos deseando algún tipo de objeto que aparecerá en el futuro. Y no importa cómo de maravilloso sea ese objeto, ese objeto desaparecerá.

En otras palabras alcanzar la plenitud de nuestro anhelo se encuentra en su origen y no en su destino.

Sé muy sensible a cualquier sentimiento sutil de aburrimiento; el aburrimiento es simplemente otra forma más de expectativa: no me gusta lo que está presente, quiero lo que no está presente.

Nuestra cultura no ha educado para aliviar las expectativas, los anhelos y el aburrimiento, a través de la adquisición de objetos, actividades, relaciones, estados mentales, sustancias; y ninguno estaríamos aquí hoy si esto hubiera funcionado.

Ve hacia atrás en tu expectativa, tu anhelo, tu aburrimiento, hacia adentro, hacia su origen en lugar de hacia afuera, hacia el objeto.

La mente que anhela la iluminación y el corazón que anhela la felicidad, es como el personaje de una película que viaja por el mundo buscando la pantalla. Observa lo que queda en el dinamismo residual de la mente cuando esto se ve con claridad.

Fíjate con que facilidad la mente se adentra en la imaginación y la ensoñación. Estos ensueños parecen ser innocuos pero su único propósito es producir distracción del aburrimiento del ahora.

Estos ensueños no son tan dañinos como la adicción a las drogas, al tabaco, al alcohol, comida, y como consecuencia es fácil no detectarlos pero, en realidad, son una forma sutil de adicción cuyo único propósito es evitar el vacío del ahora.

Lo que realmente anhelamos está detrás de ese vacío no delante. Tenemos que atravesarlo y no alejarnos del vacío.

Meditación guiada por Rupert Spira.