La memoria de nuestra eternidad


(Fragmento de una meditación de Rupert Spira en un retiro en California, Junio 2014)

Rupert Spira: Todos los seres aparentemente separados conservan dentro de sí la memoria de su propia eternidad. Esta memoria de nuestro propio e infinito Ser se expresa como el deseo de alcanzar la paz, la felicidad o el amor.

Dondequiera que se encuentre una paloma mensajera, siempre puede encontrar su camino de regreso a casa. Ella se guía por la memoria que le indica en dónde está su hogar. Nada puede oscurecer esta memoria. Del mismo modo, ninguna experiencia tiene la capacidad de oscurecer la memoria de nuestro eterno e infinito Ser.

La búsqueda de nuestra felicidad es la fuerza gravitacional de nuestro Ser. El yo separado cree que su búsqueda de la felicidad es algo que él está llevando a cabo. ¡No es así! La búsqueda de la felicidad es sólo el yo aparentemente separado registrando la fuerza gravitacional desde las profundidades de su propio Ser. Esa energía - la fuerza gravitacional que todos sentimos como el deseo de alcanzar la paz, la felicidad o el amor - es gracia.

La gracia no es una experiencia extraordinaria que sucede de vez en cuando en nuestras vidas. Es la fuerza constante de nuestro Ser más íntimo invitándonos a volver a sí mismo.

Esta fuerza gravitacional que reside en las profundidades de nuestro Ser es experimentada, por la mayoría de la gente, como el deseo de alcanzar la paz, la felicidad o el amor. Es experimentada por un científico como el deseo por adquirir conocimiento y por un artista como el deseo por la belleza. Todas estas formas de deseo son la misma fuerza gravitacional apareciendo en diferentes ámbitos de la experiencia. Es la fuerza de la Consciencia infinita ejerciéndose a sí misma en la mente finita, haciendo que ésta se repliegue.


La mente finita o el yo separado es la Consciencia infinita sobre la cual el pensamiento ha superpuesto un límite. Cuando el pensamiento superpone un límite a la Consciencia infinita, se crea una tensión, y esta tensión se experimenta como el anhelo por la felicidad, el deseo de encontrar a Dios, o la búsqueda de la verdad. De hecho, en todas esas formas de deseo o anhelo, la mente simplemente está buscando ser despojada de sus limitaciones autoimpuestas.

La búsqueda de la felicidad, de Dios, de la verdad, del amor o la belleza, no es más que el deseo de la mente finita de ser despojada de toda limitación. La experiencia de paz, felicidad o amor es el conocimiento de nuestro propio eterno e infinito Ser - su conocimiento de sí mismo en nosotros. Esto es a lo que se refería Ramana Maharshi cuando dijo: “Cuando el ‘yo’ es despojado del 'Yo’, sólo queda el 'Yo’”.