Cuando el Yo es despojado del yo, solo el Yo permanece


Interlocutor: ¿En la comprensión se produce un traspaso de identidad de ser el cuerpo-mente a reconocerse como presencia? 

Rupert Spira: Sí, aunque no es realmente una transferencia de identidad, aunque entiendo porqué dices esto. Déjame que intente darte una metáfora que indica el proceso de manera más clara. 

Vamos a ir a mi metáfora favorita de la pantalla y la imagen. Lo realmente importante es comprender que esta pantalla no está siendo observada por alguien sentado en un sofá, sino que la pantalla misma es consciente. La película está apareciendo en la pantalla y la pantalla está mirando la película. En otras palabras, es una pantalla que es consciente de sí misma. En esta metáfora la pantalla es la presencia consciente y es inherentemente vacía, transparente y no tiene límite alguno; así que es una pantalla de televisión sin marco sin ningún límite. 

Aparece una imagen en la pantalla y esta imagen parece que la limita. La pantalla ya no es vacía y transparente, es verde y azul porque aparece un paisaje. Ahora más que una pantalla en dos dimensiones parece un paisaje tridimensional; la pantalla bidimensional y transparente parece que ha desaparecido, parece que se ha convertido en un paisaje lleno de color y en tres dimensiones. 

Imagínate que hay unos amigos que están paseando por este paisaje y le preguntamos a uno de ellos: “¿Qué es lo que ves?” El personaje describirá campos, montañas, ríos, árboles... En otras palabras, desde el punto de vista limitado de uno de los personajes de la película su experiencia consistirá en una diversidad y multiplicidad de objetos; el personaje no puede ver la pantalla aunque está hecho de ella. 

Debido a que el personaje en la película no es consciente de que está hecho de pantalla -en otras palabras, ha olvidado su verdadera naturaleza- viaja por el mundo buscando la felicidad. 

Lo que está buscando es su verdadera naturaleza: la pantalla, la sustancia de la que su experiencia presente está constituida. 

Este personaje viaja a través del mundo buscando paz y felicidad, y se frustra. Adquiere unos cuantos objetos, tiene unas cuantas relaciones -que temporalmente parecen darle lo que cree que quiere- pero después de un cierto tiempo le decepcionan de nuevo. Y otra vez parte en busca de felicidad y amor; siempre en busca de un objeto, un estado o una relación que le harán feliz. 

Cuando el mundo le ha decepcionado suficientemente, entonces, toma la vía espiritual. Encuentra un maestro que le da muchas prácticas que hacer. Empieza a meditar, tiene todo tipo de experiencias maravillosas y estas experiencias, como los objetos de antes, le dan una cierta medida de paz y felicidad. Pero estos bellos estados de expansión de la mente eventualmente desaparecerán, al igual que los objetos y las relaciones, y lo dejan ahí donde estaba: en búsqueda de paz y felicidad. 

Un día, este personaje se encuentra con la vía directa que no le aporta nada que hacer en el dominio de la mente, el cuerpo o el mundo; y que le dice: “Tú eres ya la pantalla que estás buscando, estás hecho de la sustancia de aquello que anhelas”. Y llegado un momento el personaje hace la misma pregunta que tú acabas de hacer: ¿cómo puedo cambiar mi identidad de personaje a ser la pantalla? 

No es un cambio de identidad, no dejamos de ser un personaje y empezamos a ser presencia consciente infinita. Es más bien como una disolución de todas las creencias y sentimientos que nos hacían sentir que éramos el personaje y no la pantalla.

Incluso cuando pensamos y sentimos que somos un yo separado siempre somos  presencia consciente eterna e infinita. Es el pensamiento quien superpone un límite a nuestra presencia consciente eterna e infinita haciendo que parezca algo que no es. De la misma manera que la aparición de la imagen en la pantalla hace que la pantalla, en dos dimensiones, parezca un paisaje tridimensional. En India la imagen tradicional es la de una cuerda que parece ser una serpiente. 

¿Por qué parece ser un paisaje tridimensional y no una pantalla en dos dimensiones? ¿Por qué parece una serpiente y no una cuerda? Porque no miramos lo suficiente de manera clara y honesta. 

Todo lo que estamos haciendo aquí es mirar de manera honesta a lo que somos. Vamos a la pantalla y la tocamos, y encontramos en nuestra propia experiencia, de qué está constituida. Cuando hacemos esto no encontramos árboles, campos, montañas y cielo; encontramos pantalla transparente, abierta y vacía. Cuando vamos al corazón de nosotros mismos, de nuestro ser, no encontramos un paquete de pensamientos, sensaciones, sentimientos y percepciones; encontramos presencia consciente, abierta, transparente y vacía. 

En realidad, no hay una transferencia de identidad. No es que, de repente, nos convirtamos en un nuevo ser, en un nuevo yo. 

Es por esto que Ramana Maharshi dijo: “Cuando el Yo es despojado del yo, solo el Yo permanece”. Cuando el único y verdadero Yo de presencia consciente es despojado de todas las creencias y sentimientos que el pensamiento superpone sobre él, entonces, permanece como lo que eternamente es. 

(Pasaje del Encuentro de Febrero de 2013. Disponible en "Descargas")