Todos los objetos de la mente, el cuerpo y el mundo son conocidos o experimentados por nuestro yo. De hecho, sin nuestro yo-presencia consciente nada sería conocido o experimentado. Toda experiencia deviene cognoscible o es iluminada por nuestro yo.
Así como metafóricamente hablando, todos los objetos pasan a ser visibles gracias a la luz del sol, en el ámbito de la realidad toda experiencia deviene cognoscible por la luz de nuestro yo.
Nuestro yo ilumina toda experiencia con la luz del conocimiento. Este conocimiento -entendido aquí como la capacidad de reconocer la existencia de las cosas- es inherente a nuestro yo e inseparable de él. De hecho, es nuestro yo.
Toda experiencia es inseparable del hecho de conocerla o reconocerla, es decir, es inseparable de la luz de nuestro yo. En otras palabras, todo lo que es conocido o experimentado brilla con la luz de nuestro yo, así como todos los objetos brillan con la luz del sol. De hecho, cualquier experiencia, antes de hablarnos de sus cualidades objetivas, anuncia primero la luz de la presencia por medio de la cual es conocida. Esta luz brilla en toda experiencia, de la misma manera que la luz del sol brilla en todos los objetos.
Es la luz de nuestro yo la que hace que todas las cosas aparentes sean cognoscibles, pero ¿qué es aquello que hace que nuestro yo sea cognoscible? ¿Con qué luz es conocida la certidumbre de nuestro propio ser?
El cuerpo, la mente y el mundo son conocidos por la luz de nuestro yo, pero nuestro yo no es conocido por ninguna otra luz que la suya propia. Así pues, nuestra experiencia es que la luz por la cual nuestro yo se conoce a sí mismo es su propia luz. Nuestro propio ser brilla con su propia luz. No es conocido por nada o nadie que no sea él mismo. Se conoce a sí mismo por sí mismo, y solamente por medio de sí mismo. No necesita un cuerpo o una mente para conocerse. Se conoce a sí mismo, brilla por sí mismo y él mismo tiene la evidencia de sí mismo.
(Pasaje extraído del libro " Presencia. El arte de la paz y la felicidad".) Disponible en "Editorial Sirio".