Rupert Spira: Estas son las tres posibilidades que se nos abren a nosotros en la vida:
La primera es tomarse a sí mismo como un cuerpo y una mente separados y limitados, nacidos en un lugar y en un tiempo concreto y determinado, moviéndose, evolucionando, envejeciendo y destinados a morir. Esa es la primera posibilidad, la posibilidad convencional.
La segunda posibilidad es la de conocerse como el espacio vacío de consciencia en el que el cuerpo, la mente y el mundo aparecen, evolucionan y desaparecen. Conocerse a sí mismo como el testigo trascendental de toda experiencia.
La tercera posibilidad es la que toda distinción entre la consciencia que es testigo y los objetos del cuerpo, mente y mundo que son observados ha desaparecido.
Lo que permanece tras esta disolución entre el sujeto y el objeto no puede ser nombrado porque toda palabra hace referencia a algún tipo de distinción, algún tipo de opuesto: la consciencia como opuesta a los objetos, el calor opuesto al frío. Pero cuando todas estas realidades se han disuelto, lo que permanece no puede ser nombrado y al mismo tiempo es todo lo que puede ser conocido y experimentado.
Esto es una especie de mapa de las posibilidades de la experiencia.
(Pasaje extraído del Encuentro de Septiembre de 2012. Disponible en "Descargas”).